Destacado | LA SOJA Y EL MAÍZ, VUELVEN A LLAMAR LA ATENCIÓN DE LOS JOVENES HACIA EL CAMPO.

Recién ahora con la producción de granos, soja y maíz, se vuelve a generar las condiciones para que los jóvenes se entusiasmen nuevamente en la producción de la tierra, desde la caída del algodón como cultivo de renta no se observa similar fenómeno en los campos de nuestro país.


Con la producción de sésamo  los productores trataron  de reemplazar  al  algodón  como cultivo de renta, pero no generó el mismo impacto económico que el algodón en sus mejores épocas.

Sin embargo, con la producción de granos, mediante el conocimiento y la aplicación de tecnologías en el manejo de los cultivos, los jóvenes se volvieron a entusiasmar con las fincas familiares y muchos de ellos hoy apuestan a carreras del sector agrícola de modo a mejorar la producción en forma sustentable, con la aplicación de tecnologías.

Según el último censo agropecuario del 2008 la cantidad  de fincas e productores  con menos de 20 hectáreas d algodón eran 49.162, alcanzando una superficie cultivada de 53.831 hectáreas, mientras que en soja la cantidad de fincas con menos de 20 ha era de 14.918, con una superficie cultivada de 64.907 hectáreas.

En la campaña 20-21 según datos de INBIO la cantidad de fincas de la agricultura familiar produciendo soja fue de 43.294, con superficie  de menos de 20 hectáreas, con lo que se cubrió  865.875 hectáreas.

Testimonio.

Uno de los casos de jóvenes entusiasmados con la producción en la parcela familiar es el de Lizbeth Vallejos, una joven estudiante de agronomía de  Vaquería tercera línea Tekojoja en el departamento de Caaguazú, quien describió que cuando pequeña veía como se transformó el campo de su abuelo de pobre a productivo, mediante la aplicación de buenas prácticas agrícolas y eso le alentó a seguir sus pasos. Adelantó que ella tiene unas cuatro hectáreas en la finca de su abuelo donde está produciendo maíz y posteriormente tendrá ahí soja.

“Antes no sembrábamos los abonos verdes, pero después de hacerlo, se nota la mejora en la producción. Ahora tengo mi parcela que yo manejo, en donde practico lo aprendido. Para empezar a producir soja hice un préstamo que ya pagué de la cosecha y ahora estoy con el maíz ya sin deudas”

Destacó Lizbeth.

Lizbeth, es nieta de Abelino Vallejos, cooperador del INBIO que empezó a trabajar con el Programa Agricultura Sustentable con Biotecnología desde hace 8 años y pasó de alquilar su tierra a producir él mismo en ella, con muy buenos resultados, lo que generó un entusiasmo en toda la familia, que también se involucra tanto en la producción de granos, como así también de hortalizas y  leche para la venta y el autoconsumo.


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